El flan de huevo es posiblemente uno de los postres más antiguos que conocemos. Los griegos y romanos ya lo preparaban, podemos decir que es un postre de toda la vida y la receta, aunque ahora conocemos muchas versiones, sigue siendo prácticamente igual. Antes de que existieran los hornos, en las casas solían hacerse al fuego, al baño María, dentro de una cazuela grande. Ahora el proceso es el mismo, solo que lo hacemos al horno poniendo la flanera en una fuente o bandeja con algo de agua.